Acrosticos en la Noche

Relato nocturno es el que comienza con la historia de acrósticos como con muchas otras de este grupo de amigos.
Me siento en un rincón y veo que la luz se apaga, y los días de veranos pasados llegan al fresco recuerdo de la mente. Noches son las compañeras de estos músicos sin tiempo, letras y músicas que no pertenecen a nadie más que al inconciente colectivo. Suena un acorde en la guitarra de julio y el agudo sentir de las voces llena el espacio del local, cuna de largas jornadas y espacio sin par de canciones, y sin demora nos ponemos a cantar.

Una y otra vez entonamos la melodía que consta de nuestra primera real incursión musical. Atrás días de voces acompañadas de silenciosa música prefabricada, en lugares que el tiempo solo revelara para la posteridad. Aun, mientras canto y sueño con días de más melodías, añoro el espacio de la imaginación en el que se guardan recitales y conciertos. Janito, cual defensor de la inconciencia vela por la rigurosidad rítmica de una canción que prácticamente desconoce, en sentido y corazón; pertenece a otra voz su corazón de músico, pero se mantiene presente esperando una próxima canción de la cual poder ser parte desde sus sentimientos.

Julio cual músico cansado de esperar, libera notas a destajo sin esperar al tiempo en silencio, yo solo quiero cantar y salir de este vació lugar de canciones sin oídos que atender.

No sabemos cuanto durará esto, ni cuando nuestra voz vuelva a tocar el espacio de la música nuevamente, pero lo seguiremos esperando mientas una voz con sentimientos nos dicte a susurros una canción con gusto a rock.