Afinábamos nuestras voces destempladas por la tarde de días sin actividad. Voces nuevas se sumaban al reducido grupo, mermado por distancias que no ahondaremos más. Nono no estaba, pero delicadas cuerdas vocales suplían su ausencia musical, pues su espíritu rock star nunca nos deja. En la sala las letras se hacían canción preparando la salida en la fría noche de Temuco, las blancas paredes de la habitación resguardaban sonidos ya conocidos por nosotros, pero aun inertes en papel para nuestras acompañantes. Carolina y Maria Eugenia, en adelante voces mas de nuestra agrupación, oteaban mirabas a escritos de música que pronto serian suyos. Alejandra, entre idas y venidas alentaba a cada uno para lograr una exitosa noche de música. Yo, por otra parte, en otras idas y venidas, pensando en cuan pequeña es la noche cuando estas con quienes quieres. Una vez más, sonidos rasgados en una guitarra sonorizan el espacio, y voces prestas para actuación indican que la hora ha llegado.
Afuera, la noche y su manto de estrellas, miran atentos nuestros actos y silencian al aire para poder iniciar. Me resisto, pero las dulces miradas que observo me invitan a cantar. Me siento expuesto, pero a gusto. Julio y su guitarra, las chicas y su voz, yo y mi canción, todos en un solo deambular de notas agitadas por luces y flashes de conciertos que aun escucho en mi mente. Repertorio conocido, la delgada “Flaca” con suave matiz de vos y éxitos que nuestra memoria no van a olvidar. Luego Nuestra Vida Rock Star, comida bebida y diversión. Confesiones en la noche de de desconocidos actores suenan también por momentos sin oscuridad. Celebración de una exitosa presentación en la que nuestras jóvenes nuevas voces delicadas confiesan devoción. Quizá la música nos una mas, quizá ya no quieran cantar, quizá solo quieran ser fans.
El frió arrecia, mas en nuestros corazones palpitos de música irrumpen con nuevos bríos y la memoria del inconciente colectivo nos incita otra vez a cantar. No es Rock, sonidos pasados y disfrutados revuelven nuestras rememoranzas, pero siempre es grato recordar, puesto que música no es solo sonido, sino que vivencias y emociones.
Finalmente, huidos de la noche esperando el amanecer, volvemos donde esta historia hoy comenzó. La melodía del silencio intenta hacerse parte del sonido, pero cada uno sabe que no puede callar, mas es temprano para comenzar y tarde para volver, y el rock de nuestra vida comienza a dormir.
Afuera, la noche y su manto de estrellas, miran atentos nuestros actos y silencian al aire para poder iniciar. Me resisto, pero las dulces miradas que observo me invitan a cantar. Me siento expuesto, pero a gusto. Julio y su guitarra, las chicas y su voz, yo y mi canción, todos en un solo deambular de notas agitadas por luces y flashes de conciertos que aun escucho en mi mente. Repertorio conocido, la delgada “Flaca” con suave matiz de vos y éxitos que nuestra memoria no van a olvidar. Luego Nuestra Vida Rock Star, comida bebida y diversión. Confesiones en la noche de de desconocidos actores suenan también por momentos sin oscuridad. Celebración de una exitosa presentación en la que nuestras jóvenes nuevas voces delicadas confiesan devoción. Quizá la música nos una mas, quizá ya no quieran cantar, quizá solo quieran ser fans.
El frió arrecia, mas en nuestros corazones palpitos de música irrumpen con nuevos bríos y la memoria del inconciente colectivo nos incita otra vez a cantar. No es Rock, sonidos pasados y disfrutados revuelven nuestras rememoranzas, pero siempre es grato recordar, puesto que música no es solo sonido, sino que vivencias y emociones.
Finalmente, huidos de la noche esperando el amanecer, volvemos donde esta historia hoy comenzó. La melodía del silencio intenta hacerse parte del sonido, pero cada uno sabe que no puede callar, mas es temprano para comenzar y tarde para volver, y el rock de nuestra vida comienza a dormir.
Dedicated To: Kena, Caro y Ale;
Turrunts para ustedes y gracias por cantar.
La mOta Batera